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12 de septiembre de 2015

U.D.1: DESEAMOS HACER EL BIEN

Desarrollar la competencia cultural y artística a partir de la observación de una pintura.
Disfrutar de la belleza estética del arte.
Profundizar en el sentimiento de bondad y compasión que nace del corazón de las personas.







Trabajamos con las emociones
Expresión emocional. Competencia social

Cada día recibimos ayuda de las personas que viven a nuestro alrededor, de nuestra familia, amigos, profesores... Se trata de una ayuda que requiere esfuerzo y sacrificio. La mejor manera de corresponder a las personas que se sacrifican por nosotros es mostrar agradecimiento. Así transmitimos que somos conscientes de todo lo que nos quieren y lo importantes que son para nosotros.





Desarrollar la competencia lingüística y las competencias sociales y cívicas mediante la lectura y comprensión de la parábola del buen samaritano.

Cultivar actitudes de compasión y generosidad hacia los más necesitados.


Traba jo con las emociones
Regulación y autonomía emocional

Las acciones que requieren mayor esfuerzo son aquellas en las que se necesita una implicación personal. Esto supone dedicar tiempo a la persona necesitada, sufrir con ella y ayudarla a sobrellevar sus problemas. En el caso de la parábola del samaritano, tanto el sacerdote como el levita rehuyeron la ayuda porque no bastaba con dar algo de dinero; había que pararse y perder tiempo en socorrer al caminante herido.













U.D.1: DESEAMOS HACER EL BIEN

Repasar y organizar los contenidos fundamentales de la unidad.



FICHA DE EVALUACIÓN







Desarrollar la competencia en comunicación lingüística a partir de la lectura de una fábula clásica.
Relacionar la enseñanza que se desprende de la lectura del relato con los contenidos fundamentales de la unidad.










TRABAJAMOS CON LAS EMOCIONES
Regulación emocional

No todas las personas inspiran la misma compasión en los demás. El sufrimiento de alguien conocido nos afecta mucho más.
En el relato de Andrócles y el león, aprendemos que si sentimos compasión, incluso los enemigos se pueden convertir en amigos. Por eso es importante regular las emociones que sentimos cuando alguien que no apreciamos tiene alguna necesidad. Los cristianos aprenden de Jesús a amar incluso a los enemigos.




U.D.1: DESEAMOS HACER EL BIEN

Descubrir el deseo de hacer el bien que brota del corazón de todas las personas.
Entender la importancia de ponerse en el lugar de los demás y sentir compasión de sus necesidades.
Valorar las buenas obras.


Trabajamos con las emociones
Expresión emocional. Habilidades para la vida y el bienestar

Ayudar a los demás es algo relativamente fácil. En muchas ocasiones, la compasión que se siente ante las necesidades de los demás, nos mueve a actuar y a prestar ayuda. Sin embargo, es mucho más complicado pedir ayuda. Por vergüenza, por orgullo y por otras razones, las personas prefieren pasar necesidad antes que pedir. Algunos solo son capaces de expresar sus necesidades cuando la situación es desesperada. En algunas ocasiones, cuando la persona decide pedir ayuda, la situación es más grave que si la hubiera pedido antes y la posible solución se complica.








U.D.1: DESEAMOS HACER EL BIEN


Conocer y valorar la confianza de la viuda de Sarepta en el profeta Elías.
Reflexionar sobre la importancia de la compasión y la generosidad hacia los demás, aún en las circunstancias más difíciles.



Trabajamos con las emociones
Conciencia emocional. Competencia social

La necesidad de estar a gusto con uno mismo es importante para vivir equilibradamente. Cuando lo hacemos, experimentamos sentimientos de seguridad en nosotros mismos. Sin embargo, ¿hasta qué punto debemos ser generosos con las personas que nos rodean? En el relato bíblico aprendemos de la viuda de Sarepta que la generosidad no tiene límites: ofreció al profeta lo que tenían para vivir ella y su hijo. No solo arriesgó su vida ayudando al profeta, sino, también, la de su propio hijo. No hacer lo necesario por ayudar a los demás nos provoca mala conciencia. Este grado de insatisfacción, es el que provoca que la persona crezca cada día más en su entrega, hasta el punto de dar la vida, como hizo Jesús.









U.D.1: DESEAMOS HACER EL BIEN

Todas las personas, sin importar su religión, nacionalidad, etnia o clase social, sienten inclinación a hacer el bien. En esta unidad, los alumnos reflexionarán sobre este hecho sorprendente y descubrirán que Dios creó a las personas para amarse y ayudarse unas a otras. En el relato bíblico de la unidad, conocerán a la viuda de Sarepta. Ella, aún siendo pobre, estuvo dispuesta a ayudar a Elías porque el deseo del bien nacía de su corazón. De la misma manera, los cristianos también sienten ese deseo y aprenden de Jesús a ser compasivos y bondadosos con todas las personas que los rodean.



Trabajamos  con las emociones
Competencia social. Habilidades para la vida y el bienestar

Todas las personas necesitan vivir en comunidad. La vida en común permite que cada uno aporte al grupo lo que mejor sabe hacer y se beneficie de las habilidades de los demás.En grupo nos sentimos más queridos y más protegidos. Para poder disfrutar de la vida social es necesario cumplir las normas que entre todos hemos acordado. Además, la vida en común es enriquecedora cuando estamos pendientes de las necesidades de los demás. Un tercer elemento muy importante, sobre todo para los niños y jóvenes que aún no han alcanzado la edad adulta, es fiarse de los mayores, seguir sus recomendaciones y ser obedientes.


U.D.1: DESEAMOS HACER EL BIEN