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5 de febrero de 2023

LOS SACRAMENTOS: EUCARISTÍA

 





La eucaristía consiste en el memorial de la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús, por medio del ofrecimiento (consagración) del pan y el vino a Dios. También recibe el nombre de comunión. Asimismo, la ceremonia en que se recibe el pan y el vino por primera vez se llama Primera Comunión. El ministro de la eucaristía es el sacerdote. El sacramento va dirigido a toda la comunidad de fieles. Los bautizados y preparados pueden consumir el pan en forma de hostia.

Significado de la eucaristía

La eucaristía es el sacramento por excelencia del catolicismo, ya que resume toda la fe cristiana. La eucaristía es el signo visible de la presencia de Jesús en medio de la comunidad de creyentes. El pan y el vino consagrados recuerdan el sacrificio de Cristo y se consideran su cuerpo y su sangre. De este modo, son verdadera presencia de Jesús, alimento material y espiritual para los fieles.

El signo visible de la eucaristía es el pan y el vino, mezclado con un poco de agua. El pan representa el fruto del trabajo cotidiano. El vino representa la plenitud de la vida y lo divino. Una vez consagrados, pan y vino son cuerpo y sangre de Cristo. El agua representa a la humanidad, lo que implica que los fieles están presentes en la ofrenda.

La oración que consagra el pan y el vino como cuerpo y sangre de Cristo es la siguiente: «Tomen y coman todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por ustedes». «Tomen y beban todos de él, porque ésta es mi Sangre. Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por ustedes y por todos los hombres para el perdón de los pecados».

Fundamentos bíblicos de la eucaristía

El fundamento bíblico de la eucaristía se encuentra en las narraciones evangélicas de la Última Cena. Según los evangelistas, Jesús tomó el pan y el vino, los bendijo y los repartió como signo de su cuerpo y sangre. Hecho esto, les pidió repetir este gesto en su memoria (ver Mateo 26, 17-30; Marcos 14:12-25; Juan 13, 1-15; Lucas 22, 7-20). Otras referencias son: Juan 6, 30-35; Juan 6, 48-58; Primera Carta a los Corintios 10, 16 y 11, 23-29.


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