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12 de octubre de 2025

BUSCANDO RESPUESTA 3 - MESOPOTAMÍA

   MESOPOTAMIA


En la antigua Mesopotamia se desarrolló una de las civilizaciones antiguas más importantes.
Allí, entre los ríos Tigris y Éufrates, surgió la escritura y por eso se dice que allí empezó la Historia.
Una de sus ciudades más conocidas fue Babilonia.
Los habitantes de Mesopotamia creían que habían sido creados para servir a los dioses (Marduk (Babilonia), Isthar (mesopotamía)...)
Les construían grandes templos, para que en ellos residieran en su interior los representaban con magnificas estatuas. 
En ellos levantaban una torre escalonada muy alta llamada zigurat.
Creían que la recompensa de las personas por el buen comportamiento, los sacrificios y las oraciones a los dioses era el éxito, la salud y los bienes materiales en esta vida.
Tras la muerte esperaban una existencia triste en un mundo subterráneo.
Los sabios más importantes de Mesopotamia eran los astrónomos. Elaboraban un calendario de doce meses y eran capaces de predecir los eclipses. Intentaban buscar en las estrellas y los astros respuestas a algunos interrogantes de la vida

Características de la religión de Mesopotamia

La mitología de Mesopotamia es el conjunto de creencias y mitos característicos de los mesopotámicos más antiguos, siendo estas sustituidas años más tarde por las creencias persas o babilonios.

Para comprender la religión de Mesopotamia tan compleja y que sirvió de modelo para muchas de las mitologías posteriores, debemos enumerar algunas de sus principales características para entender la importancia de la mitología de Mesopotamia.

Las principales características de la religión de Mesopotamia son las siguientes:

·         Eran politeístas, es decir, creían en la existencia de numerosos dioses que abarcaban muchos aspectos de la vida, siendo lo contrario que las religiones más modernas que proclaman la existencia de un solo dios.

·         Los dioses parecían seres humanos, poseían forma de persona y realizaban tareas habituales de los seres humanos como pueden ser el tener hijos o comer.

·         Los dioses eran inmortales, siendo esto lo que les alejaba de los seres humanos y hacía que pudieran ser denominados como dioses. Al contrario que en otras muchas mitologías, en la de Mesopotamia los dioses podían dar la inmortalidad a quien quisieran.

·         Los dioses eran malvados, provocando numerosas atrocidades contra el ser humano, provocando que los mesopotámicos no tuvieran amor o respeto hacia sus dioses, sino tan solo un miedo que les obligaba a rezar y hacer tributos para no recibir su ataque y venganza.

·         Los poderes de los dioses eran eternos e ilimitados, causando que pudieran afectar a cualquier momento de la vida de las personas, siendo los causantes de todas las cosas buenas y malas que suceden en la vida de la gente.

·         Los seres humanos eran siervos de los dioses, por lo que debían hacer felices a los dioses o estos les matarían mediante enfermedades o catástrofes.

·         Para los seres humanos, el más allá era un mundo horrible sin comida y en el que todo era peligroso, no existiendo un lugar bueno donde ir tras la muerte.

·         Los demonios, genios y espíritus eran elementos definitorios de las creencias de Mesopotamia, siendo menos poderosos que los dioses y pudiendo ser tanto buenos como malvados.

·         Cada ciudad tenía un dios patrón para su protección, siendo construido en cada lugar un enorme templo para tener contenta a la deidad.

·         Los sacerdotes eran miembros de las clases altas de la sociedad, siendo personas con mucho poder dentro de la sociedad de Mesopotamia.

 




Dioses de la religión de Mesopotamia

Al igual que en cualquier religión antigua, en la de Mesopotamia los dioses ocupan un papel vital, siendo muy importante conocerlos a todos ellos para entender las distintas influencias que tenían en la sociedad, y al mismo tiempo compararlos con otras deidades semejantes de otras creencias. Por todo ello, los principales dioses de Mesopotamia son los siguientes:

·         Anu: Padre de todos los dioses y protector del Cielo y la justicia.

·         Enlil: Dios de las tormentas, el viento y la respiración, siendo quien decidía si las cosechas irían bien o no.

·         Enki: Dios de los ríos y de las aguas del subsuelo, y al mismo tiempo principal defensor de la creación de seres humanos.

·         Shamash: Dios del Sol y la justicia.

·         Sin: Dios de la Luna y otros cuerpos celestes, siendo patrón de la ciudad de Ur fue considerado como dios supremo cuando esta llegó a su apogeo.

·         Ishtar: Dios del amor, la fertilidad, el sexo, la belleza y la guerra, que se considera que es familia de la diosa romana Venus.

·         Ninhursag: La creadora de las montañas.

·         Ninlil: Diosa del aire, considerada como una humana transformada en dios.

·         Nanmu: Considerada como la primera deidad y por lo tanto creadora de casi todo.

·         Nergal: Dios de los muertos y por lo tanto quien regenta el Inframundo.

·         Nabu: Dios de la escritura y los escribas, es el encargado de escribir el destino de todos los seres humanos.

·         Ninurta: Dios de la agricultura, es reconocido como el héroe de la mitología, realizando enormes hazañas.







Mitos de la religión de Mesopotamia

Para concluir esta lección sobre la religión de Mesopotamia debemos hablar sobre los principales mitos existentes en estas creencias, siendo muy importante conocerlos para entender la sociedad de Mesopotamia, y al mismo tiempo sirviendo para analizar los paralelismos con otras creencias. Algunos de los principales mitos de Mesopotamia son los siguientes:

·         Atra-Hasis: Se habla de la creación de los seres humanos por parte de la diosa Nintu para poder tener mano de obra, y como años después el dios Enlil creó desastres naturales para controlar la población, causando un enorme Diluvio Universal en el que el dios Enki tuvo que construir una barca para salvar a los humanos.

·         Eridu Génesis: Cuenta como, tras el diluvio, los seres humanos comenzaron a respetar más a los dioses, y se crearon las primeras grandes ciudades.

·         Los Siete Malvados y Siete Sabios: Tras el diluvio existieron estas 14 figuras que fueron clave para aconsejar a los reyes sobre cómo debían tratar a los dioses y cómo sobrevivir.

·         Gilgamesh: Cuenta las aventuras del rey Gilgamesh, siendo muy semejante a las aventuras de héroes griegos como Hércules o Perseo.

 

 






 


El domingo 19 de octubre la Iglesia celebra el DOMUND, la Jornada Mundial de las Misiones, organizada por Obras Misionales Pontificias(OMP). Es el día en el que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones. Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”. Este año el lema elegido para la celebración de esta Jornada es “Misioneros de esperanza entre los pueblos».

«Misioneros de esperanza entre los pueblos», lema de este año

El lema de este año para el Domund”, viene dado en el mensaje del papa Francisco para este Día. En él, recordaba a cada cristiano, y a la Iglesia como comunidad de bautizados, su vocación fundamental a ser mensajeros y constructores de esperanza. Esta vocación necesita el apoyo del resto de la Iglesia. ¿Cómo? Hay tres formas de cooperación misionera: personal, espiritual y económica. No se trata sólo de colaborar con la misión, sino de participar en ella. 

España: segundo país que más colabora con el Domund

En la actualidad, España es el segundo país que más colabora con el Domund, por detrás de Estados Unidos. Nuestro país envió a misiones en 2024 10.351.613,49€ para la financiación de los proyectos de 2025.

Además, España es uno de los países que más misioneros tiene repartidos por el mundo. Unas 377 instituciones envían misioneros a la misión, cada una con un carisma diferente, pero todas en comunión con la Iglesia.

En la base de datos de OMP, hay registrados 9.648 misioneros españoles. De ellos, 5.624 están en destino, y 4.024 en España, colaborando con la animación misionera o a la espera de nuevos destinos. Además, el 53% de los misioneros españoles son mujeres, y el 47% hombres y el país con más misioneros españoles es Perú (524).

Cabe destacar en este día que en total existen 1.131 territorios de misión, que representan un tercio de las diócesis del mundo. En ellos, se encuentran cerca de la mitad de las escuelas de la Iglesia Católica, y el 30% de sus instituciones sociales (hospitales, orfanatos, residencias…).


JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES

El Domund es el día en que, de un modo especial, la Iglesia universal reza por los misioneros y colabora con las misiones.

Se celebra en todo el mundo el penúltimo domingo de octubre, el “mes de las misiones”.








ESPERANZA CON FUNDAMENTO

José María Calderón,

Director de OMP en España

En este mundo en el que vivimos, hay muchas promesas. Los políticos, los economistas, los publicistas, los comerciales…, todos nos prometen un mundo mejor, sin tanto sufrimiento, sin tanta guerra, y ¡nunca termina de hacerse realidad!

Es una promesa ingenua y sin fundamento, porque se olvidan de que el ser humano es pecador y, mientras estemos en esta tierra, siempre habrá egoísmo, soberbia, deseos de venganza… Lo “divertido” es que ¡los que lo prometen también son pecadores!; y muchas veces sus promesas se convierten en trampolín para conseguir ellos lo que prometen, pero que a los demás no dan. Además, se olvidan de que en este mundo siempre, siempre, habrá enfermedades, catástrofes, accidentes… involuntarios, pero reales. Y, por mucho que nos esforcemos, no conseguiremos evitarlos.

No es que no crea que el hombre puede hacer cosas bonitas y grandes en este mundo. De hecho, es algo que no podemos dejar de desear, pero con sentido de la realidad: la esperanza no la dan las cosas de esta tierra; la esperanza de verdad la da exclusivamente Dios.

Por eso, me atrevo a decir que los hombres y mujeres que han abandonado todo para dedicar su vida a llevar la verdad del Evangelio son lo que pueden provocar la esperanza en las personas, en las culturas, en los pueblos. Los misioneros que proponen el verdadero ideal del hombre, que no es otro que Cristo, son, sin duda, sembradores de esperanza para aquellos cuyo horizonte es pequeño y caduco.

No prometen falsas riquezas, no prometen un mundo sin dolor. Al dolor lo llaman cruz, y en la Cruz encuentran al Redentor. No prometen un mundo sin injusticias y sin abusos ni atropellos, porque no promueven una ideología. Prometen un mundo en el que el hombre está llamado a convertirse, a mirarse ante el Salvador y proponerse renovar su deseo de eternidad.

El Domund de este año nos pone delante a esos sacerdotes, religiosas, obispos, laicos y familias que no viven de utopías, de sueños inalcanzables, sino que miran al mundo, a los pueblos, a las gentes con un profundo amor y desean darles la seguridad de un Dios que les ama con locura y que quiere para ellos lo mejor. Un Dios que ha regalado al hombre que se dirige a Él el perdón y la misericordia. Un Dios que le ha prometido la felicidad para toda la eternidad. Un Dios que no le engaña y no le dice que su vida, aquí en la tierra, va a ser perfecta, pero sí le asegura su compañía, su consuelo y su gracia en todo momento, y, de modo particular, en los tiempos de dolor, de angustia, ¡de cruz!

 Lo hemos comprobado todos. Cuando algún amigo, quizás nuestra madre o nuestro padre, nos ha hablado al corazón de ese Dios que quiere estar cerca de nosotros y que quiere compartir nuestro dolor, se nos han esponjado las entrañas, nos hemos quedado con más paz, hemos descubierto que ¡el mal no tiene la última palabra!

Evidentemente, las palabras de ánimo y de fe que nuestros misioneros transmiten ¡van acompañadas de obras de amor!; y esas obras ayudan a crecer, también, humanamente. Son realidades tangibles, como escuelas, dispensarios, orfanatos, casas de acogida…, que nos recuerdan que el hombre es también de carne, y vive en un mundo del que se tiene que valer para vivir con dignidad y con proyección a un futuro. ¡El mismo Dios se hizo hombre!, “trabajó con manos de hombre, pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad de hombre, amó con corazón de hombre. Nacido de la Virgen María, se hizo verdaderamente uno de los nuestros, semejante en todo a nosotros, excepto en el pecado”; por eso, el Concilio no duda en afirmar: “Cristo, el nuevo Adán…, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación” (GS 22).

Para quienes tenemos fe, la Jornada del Domund es una oportunidad que se nos da para que cada uno de nosotros nos alegremos cuando nos enteramos de que, en África, en Asia, en América, los misioneros están trabajando denodadamente por llevar la esperanza verdadera al corazón de tantísimas personas que no conocen a Cristo. Esos “Misioneros de esperanza entre los pueblos” están haciendo posible que muchos descubran la belleza y dignidad de sus vidas. Están transformando este mundo en el Reino de Dios, el que pedimos en el padrenuestro: “¡Venga a nosotros tu reino!”. Pero no apoyándose en falsas promesas ni en ideologías destructivas, sino invitando a la conversión del corazón a cada uno, para que Dios pueda hacer de ellos constructores de paz y alegría. 

Seamos misioneros de esperanza nosotros también, apoyando con nuestra oración y nuestra colaboración económica a aquellos de quienes nos sentimos tan orgullosos, y que son nuestros hermanos misioneros.




 

Dos misioneros españoles que compartieron la misión de Robert Prevost en Perú, antes de ser elegido Papa, y el que fue su secretario cuando era obispo de Chiclayo, destacan su espíritu misionero en este vídeo para la Jornada Mundial de las Misiones 2025.







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