Caminemos como Peregrinos de la esperanza
Este año pueden llamarlo año santo porque busca acercarnos a la santidad. Es un un Año Jubilar
1- Durante este tiempo, recibimos bendiciones y perdón por medio de la iglesia. Es una oportunidad para acercarnos más a Jesús...
2- Este año jubilar es: "Peregrinos de la Esperanza"
Ser "peregrino" es como ser un viajero en busca de algo especial. En este año, somos peregrinos buscando esperanza, esa luz que nos guía incluso en los días difíciles.
Peregrinar, nos recuerda que vamos camino al cielo. ¡Y que todos debemos llegar!
3-Caminar juntos: vivimos como iglesia
Nos invita a caminar unidos, como una gran familia. A ser el rostro de Dios, a ser uno, y a compartir el amor de Dios. Nos llena de alegría y esperanza vivir como hermanos.
4- Es tiempo de vivir como HIJOS DE DIOS
Este es el momento perfecto para hacer el bien: ayudar a un amigo, compartir con los demás a Dios, de hablar sobre su misericordia ¡Cada acción nos acerca más a Dios!
5-Celebrar y orar
En el Año Jubilar, celebramos y oramos juntos. Vamos a la iglesia, cantamos y hablamos con Jesús, pidiéndole que nos llene de esperanza, vivimos la experiencia de ser una gran familia como testigos de Fé.
¡Recuerda! El Año Jubilar Peregrinos de la Esperanza es un tiempo para estar cerca de Dios, caminar en familia, hacer el bien y celebrar con mucha alegría ¡En dónde podemos recibir el perdón. ¡Vamos a vivirlo juntos!
¡Los niños pueden transformar este mundo siendo testigos de que Jesús vive y habita en nuestros corazones!
El Año Jubilar, o Año Santo, es un período especial de gracia y renovación espiritual que se celebra cada 25 años.
Este Jubileo, bajo el lema ‘Peregrinos de Esperanza’, comenzó el 24 de diciembre de 2024 con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro y se extenderá hasta el 6 de enero de 2025 con la última apertura en la Basílica de San Pablo Extramuros.
¿Qué es el año Jubileo 2025?
En la tradición católica, el Jubileo o ‘Año Santo’ es un tiempo dedicado a “consolidar la fe y la solidaridad”, durante el cual la Iglesia concede indulgencias o el perdón de los pecados a todos aquellos que hagan obras de caridad y atraviesen algunas de las Puertas Santas: en San Pedro o en las otras basílicas romanas; o en los templos jubilares designados por cada obispo en su diócesis o iglesia local.
Como lo indica su lema que dice ‘Peregrinos de Esperanza’, en el año Jubileo 2025, la Iglesia Católica busca ofrecer un tiempo de renovación espiritual y esperanza en medio de los desafíos que enfrenta el planeta en cuestión de conflictos, enfermedades, desigualdad y crisis climática.
Vivamos con gozo este Año Jubilar.
¡Seamos Peregrinos de la Esperanza!
INDULGENCIA
La palabra "indulgencia” viene del término INDULTO, que significa PERDÓN DE UNA DEUDA O DE UNA CULPA MERECIDA.
Cuando tú pecas gravemente de manera libre y consciente, además de hacer daño a los otros, te separas de Dios y quedan cerradas las puertas del cielo para ti.
Con el sacramento de la CONFESIÓN, recibes el perdón de Dios y recuperas la unión con El.
Este perdón Dios te lo da gratis y supone que tendrás un cambio real en tu vida.
Al confesarte se supone también que estás dispuesto a "reparar" o componer aquello que has descompuesto con tu pecado.
Como esto muchas veces no es posible, pues es difícil reparar el daño cometido, entonces el pecado aunque ya esté perdonado en la confesión, te deja como una mancha, que tendrás que limpiar en esta vida con obras buenas o en el Purgatorio, para poder entrar totalmente limpio al Cielo.
Para entender esto mejor, podemos usar un ejemplo muy sencillo:
🔸 El pecado es como un clavo que penetra en la madera.
🔸 La confesión saca el clavo, pero deja un agujerito en la madera.
🔸 La indulgencia es como reparar tapando con masilla el agujero dejando la madera como nueva.
Esto significa que si recibes la INDULGENCIA PLENARIA (de todas tus culpas) estarás como recién bautizado, con el alma totalmente limpia de culpa.
Si mueres acabando de recibir la indulgencia plenaria, te irás al Cielo directo sin hacer escala en el Purgatorio.
A partir de la indulgencia todas las manchas que tenía tu alma desaparecerán. ¡Borrón y cuenta nueva!
Es muy importante reflexionar: esto solo es posible porque la MISERICORDIA de Dios es infinita y porque su AMOR hacia ti también es infinito y no porque tu te lo ganes por tus méritos.
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