Todas las personas, sin importar su religión, nacionalidad, etnia o clase social, sienten inclinación a hacer el bien. En esta unidad, los alumnos reflexionarán sobre este hecho sorprendente y descubrirán que Dios creó a las personas para amarse y ayudarse unas a otras. En el relato bíblico de la unidad, conocerán a la viuda de Sarepta. Ella, aún siendo pobre, estuvo dispuesta a ayudar a Elías porque el deseo del bien nacía de su corazón. De la misma manera, los cristianos también sienten ese deseo y aprenden de Jesús a ser compasivos y bondadosos con todas las personas que los rodean.
Trabajamos con las emociones
Competencia social. Habilidades para la vida y el bienestar
Todas las personas necesitan vivir en comunidad. La vida en común permite que cada uno aporte al grupo lo que mejor sabe hacer y se beneficie de las habilidades de los demás.En grupo nos sentimos más queridos y más protegidos. Para poder disfrutar de la vida social es necesario cumplir las normas que entre todos hemos acordado. Además, la vida en común es enriquecedora cuando estamos pendientes de las necesidades de los demás. Un tercer elemento muy importante, sobre todo para los niños y jóvenes que aún no han alcanzado la edad adulta, es fiarse de los mayores, seguir sus recomendaciones y ser obedientes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario