Valorar cómo el encuentro con Jesús transforma a las personas.
TRABAJO
CON LAS EMOCIONES
Conciencia
emocional. Regulación emocional
Para poder admirar a alguien, es
necesario no estar saciados de uno mismo. Las personas que se creen perfectas y
que lo hacen todo bien, no suelen admirar a nadie pues se creen superiores a
los demás. Zaqueo, al contrario, se sentía indigno e insignificante. Sabía que
nadie lo apreciaba porque era un pecador y no se comportaba bien con el
prójimo.
Sin embargo, admiraba a Jesús: quería
verlo pasar, anhelaba ser como él. Jesús percibió el corazón humilde de Zaqueo,
se acercó a él y le pidió comer en su casa.
Poner de relieve que solo las personas
humildes son capaces de admirar a los demás. Solamente quien se sabe limitado, busca
ejemplos a quien admirar y seguir.
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